Internet ha transformado el papel del trabajo con las tecnologías ofreciendo nuevas oportunidades como la independencia espacial en su desempeño: sin salir de casa.
Como cada mañana suena el despertador, piensas en lo tedioso y lo martirizante que es levantarte para salir de casa y comenzar una nueva jornada laboral. Eso es lo que piensan muchos de los trabajadores día a día cuando empieza la mañana y se dirigen a su puesto de trabajo.
Pero hay una “fórmula mágica” en la que puedes desempeñar tu trabajo sin salir de casa e incluso, de tu preciada cama.
Hablamos del teletrabajo o trabajo a distancia. Este término hace referencia a la prestación laboral desde el domicilio, bien por decisión propia o bien, bajo un previo consenso con la empresa para la que estés trabajando.
El desarrollo tecnológico ha sido clave para que se pueda dar esta revolución en la concepción del trabajo. Las empresas han sido las primeras en sumarse a la llamada “Tercera Revolución Industrial” como la define el sociólogo y economista Jeremy Rifkin.
La irrupción virulenta de las tecnologías de la información y la comunicación han dado nuevas posibilidades a los recursos humanos de las empresas.
Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2017, en España el 7% de los trabajadores teletrabaja. El porcentaje de empresas que permiten esta modalidad es del 13%.
El mayor número de personas que eligen el trabajo desde su propio domicilio son los autónomos, ya que no requieren de estar bajo el control de ninguna empresa ni organización.
Países europeos como Finlandia, Suecia, Países Bajos, Bélgica, Francia o Reino Unido son los países con mayor tasa de teletrabajadores. Alemania, Italia o Hungría ocupan los porcentajes más bajos, como en el caso de España. Fuera de Europa, destacan Japón y Estados Unidos.
Las empresas que impulsan este tipo de empleo lo hacen porque ven los beneficios que les reporta en cuestión de flexibilidad laboral y en cuanto a gastos de infraestructuras y suministros.
El teletrabajo se puede desempeñar desde el hogar, que es la fórmula más empleada o bien, también se puede teletrabajar en otros espacios que el propio trabajador decida, dependiendo de sus necesidades o condiciones personales.
Pero no se puede pensar que cualquier trabajo puede realizarse de forma cómoda desde casa. Hay trabajos que imposibilitan esta opción, como pueden ser los relacionados con la hostelería o la sanidad.
Aun así, las posibilidades de teletrabajo son muy diversas, entre ellas, podemos encontrarnos a aquellos que llevan actividades contables de empresas a distancia, ya que gracias a la digitalización en la que están inmersas la mayoría de las grandes empresas, permiten realizar las tareas propias de contabilidad desde tu propio hogar.
Periodistas y diseñadores gráficos son otros de los trabajadores que se suman a la elección de trabajar desde casa. En el primer caso, suele ser muy habitual, especialmente en los llamados periodistas freelance que deciden emplearse de forma independiente.
Los diseñadores gráficos y otros trabajadores relacionados con las artes tipográficas y el diseño también se decantan por el teletrabajo, puesto que la creación de marcas tipográficas se puede hacer desde cualquier ordenador con un buen programa de diseño.
Otros que pueden llegar a ganarse la vida incluso sin salir de la intimidad de su habitación pueden ser los famosos Youtubers, quienes actualmente son unos referentes en el mundo virtual y alcanzan grandes cifras tanto de suscriptores como monetarias, gracias a la visualización de sus vídeos y su monetización.
Para la Asociación Española de Teletrabajo (AET), el perfil perfecto de teletrabajador es aquel que sea disciplinado, constante y que posea grandes conocimientos en las tecnologías para la información y la comunicación (TICS).
Tener una buena organización y una automotivación también son claves para no caer en la monotonía y el hartazgo a largo plazo.
Aquellos teletrabajadores que no estén en plena inmersión con las tecnologías no podrán desempeñar este nuevo giro en el mundo del trabajo.
De hecho, hay un nuevo término relacionado con las TICS que es el de “tecnoestrés”.
Se denomina así a la patología que padecen aquellos que no logran familiarizarse o adaptarse con las nuevas tecnologías. Para estas personas “tecnoestresadas” las tecnologías suponen su verdadero enemigo.