El cine de terror está lleno de historias de miedo que, por falta de originalidad, terminan siendo un cliché. Sin embargo, existen unas cuantas tan aterradoras que han llegado a convertirse en películas de culto. Muchas de ellas están basadas en historias reales, y es esto lo que hace que se queden grabadas en la mente de los espectadores.
Mientras algunas de estas pelis de terror cuentan historias simplemente basadas en casos reales, otras son un reflejo bastante literal de lo ocurrido. Estas son las mejores películas de terror basadas en hechos reales:
No, no hay motivo para asustarse, el terrible Freddy Krueger no es real, pero el argumento de Pesadilla en Elm Street sí está basado en un caso real que un día leyó el director y escritor de la película, Wes Craven.
La historia real trata de un niño que estuvo presente en los Campos de La Muerte en Camboya y logró sobrevivir. Sin embargo, la experiencia que vivió fue tan aterradora que unas terribles pesadillas le atormentaron durante largo tiempo hasta el punto de no querer dormir por temor a que aquello que le perseguía en sus sueños finalmente le atrapara.
Una noche, después de tanto luchar contra el sueño, logró quedarse dormido. Sus padres pensaron que por fin todo había acabado, pero en medio de la madrugada le escucharon gritando fuertemente. Cuando llegaron a él, había muerto. Tal como el niño temía, sus pesadillas acabaron atrapándole para siempre.
El rito, la famosa película del aclamado Anthony Hopkins, está basada en la vida del padre Gary Thomas, que en la vida real es uno de los 14 sacerdotes certificados por el Vaticano para realizar exorcismos en los Estados Unidos.
El cura tuvo un entrenamiento de 3 meses en Roma para convertirse en exorcista certificado, completando su entrenamiento en el 2005, y se ha dedicado a exorcizar demonios de personas según la tradición católica desde entonces.
Esta saga de Annabelle cuenta la historia de una muñeca que se cree está poseída por un espíritu maligno.
La historia real comenzó en 1970, cuando una mujer la recibió como regalo. Pronto la muñeca comenzó a cambiar de posición por su cuenta y su dueña encontraba extrañas notas escritas a mano en las que se podía leer claramente una palabra: «Ayúdame». La mujer incluso aseguró haberla encontrado goteando sangre en una ocasión.
Llamaron a los Warren, una famosa pareja de investigadores paranormales, quienes hicieron una limpieza a la casa y se llevaron a la muñeca con ellos para guardarla en su museo, donde se encuentra hoy en día. Los Warren finalmente concluyeron que la muñeca no estaba poseída, sino que era manipulada por un espíritu.
En Expediente Warren: The Conjuring parecen nuevamente Ed y Lorraine Warren, que fueron llamados por la familia Perron al mudarse a una casa en la que se manifestaba gran cantidad de actividad paranormal.
Entre las aterradoras experiencias que viven en el interior, presencian muebles flotantes, puertas que se abren y cierran solas, sonidos extraños e incluso llegan a ser empujados por lo entes incorpóreos.
Los Warren descubren que la casa esta poseída por varios fantasmas, pero uno de ellos, llamado Bathseba, es claramente más malvado que el resto. Se cree que este espíritu pertenece a una mujer que vivió en la propiedad en el siglo XIX y que fue acusada del asesinato de su propio hijo.
El exorcismo de Emily Rose cuenta la terrible historia de la joven Anneliese Michel, que a los 17 años comenzó a experimentar síntomas de lo que sería diagnosticado como epilepsia, pero se llega a creer que se trataba de una posesión.
Anneliese fue sometida a diferentes tratamientos, pero ninguno le ayudó.La joven siguió sufriendo convulsiones, tenía visiones y escuchaba voces, por lo que se puso en manos de la religión, siendo sometida a más de 60 exorcismos en tan solo 10 meses.
Finalmente, cansada de luchar, Anneliese murió en 1976 después de haber dejado de comer por completo. Tanto sus padres como el sacerdote que la trató fueron declarados culpables de homicidio negligente.
No queda duda que la vida real puede llegar a ser mucho más extraña y aterradora de lo que se muestra en las películas. La realidad siempre supera la a ficción.