Hace más de mil años, el castellano (hijo del latín) comenzó un recorrido por tierras castellanas que todavía no ha finalizado.
«Glosa» significa «explicación, ampliación o, simplemente, comentario de un texto». Son de gran importancia lingüística las Glosas Emilianenses –del monasterio de San Millán de la Cogolla– y las Silenses –del monasterio de Santo Domingo de Silos–.
En las emilianenses (el famoso Códice 60) aparece una de las primeras frases completas en lengua romance. Desde el punto de vista histórico, se han datado entre finales del siglo X y comienzos del siglo XI. Durante muchos años las Glosas Emilianenses se consideraron los textos escritos en castellano más antiguos, fijando en La Rioja la cuna de nuestro idioma.
Narrativamente, estas glosas consisten en anotaciones interlineadas en latín, romance y vasco, que contienen la vida de los santos, un misal y sermones de San Agustín.
¿Por qué un monje copista amancilló de buenas a primeras un códice latino? Seguramente por motivos pedagógicos, para aclarar el significado de algunos pasajes lingüísticamente oscuros.
La catedral de León alberga un texto muy breve, de apenas medio centenar de palabras garabateadas a dos columnas en un pergamino y escrito en un proto-castellano: Nodicia de kesos.
Este texto ha sido fechado en el año 959 y, por tanto, anterior al texto riojano. Parece ser que el autor del mismo fue un monje llamado Ximeno, el dispensero del Monasterio de los Santos Justo y Pastor, de la comunidad de La Rozuela (León).
La Nodicia de kesos es, básicamente, una lista de víveres, un inventario de quesos (de ahí el nombre). Allí se puede leer:
“Relación de los quesos que gastó el hermano Jimeno: en el trabajo de los frailes, en el viñedo de cerca de San Justo, cinco quesos. En el otro del abad, dos quesos. En el que pusieron este año, cuatro quesos. En el de Catrillo, uno”.
Los expertos que lo han analizado consideran que es un reflejo de la contabilidad de los quesos consumidos desde el inicio de la primavera hasta que empieza la labor de las viñas.
En la provincia de Burgos, al abrigo de la Sierra de Árcena, se construyó el Monasterio de Santa María de Valpuesta. Allí unos monjes amanuenses escribieron unos cartularios allá por el siglo IX.
Los Cartularios o Becerros de Valpuesta recogen, básicamente, las donaciones de bienes materiales –tierras, enseres o ganado– de particulares al monasterio, a cambio de bienes espirituales, como podía ser un entierro o misas en su memoria.
Estos escritos reciben el nombre de Becerro Gótico –escrito en letra gótica– y Becerro Galicano –escrito en letra carolina o galicana–. En ellos aparece el vocablo “kaballos” –en lugar de caballum–, molino –en vez de mulinum– o “iermanis” –donde debería aparecer frater–.
En el año 2010, con la bendición de la Real Academia Española, se dinamitó a La Rioja como cuna del castellano, título que pasó a ostentar la provincia de Burgos.
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¿Protocastellano? Es protoasturllionés. Por favor no enterreis a la ciencia cuando "investigueis"
La Nodicia de Kesos no es un texto en castellano, sino en astur-leonés. Se apropian de todo. Ni criterios científicos ni nada, con tal de defender un ultranacionalismo español trasnochado. ¿Dónde quedaron los criterios científicos?
No es proto-castellano; es asturleonés.
La Nodicia de Kesos, es el primer escrito en idioma Leonés, del que se tiene constancia. Tiene tanto que ver con el castellano, como el Aragonés, Gallego, Navarro, Portugués, Catalán...
Este artículo contiene ciertas imprecisiones y o misiones importantes que creo deben ser tenidas en cuenta.
1º) El texto que esta fechado en el año 959, no corresponde a lo que es en sí mismo es la Nodicia de Kesos, si no el del testamento de los cónyuges Hermenegildo y Zita, por el cual nombran herederos de todos sus bienes a la congregación de monjes del monasterio de San Justo y San Pastor, situado en el actual despoblado de la Rozuela, en el término municipal de Ardón, (León).
La Nodicia de Kesos es un listado escrito en el dorso del testamento antes mencionado (un becerro) de Hermenegildo y Zita, escrito por el despendero del cenobio de los Santos Justo y Pastor situado en el actual despoblado de la Rozuela, en el término municipal de Ardón, (León); como bien dice el texto del artículo lo escribió el hermano Ximeno que contabiliza los quesos consumidos y el motivo por el cual se consumieron.
2º) La fecha en que se data este listado es la comprendida entre los años 974 y 975, es este un dato muy importante, que incomprensiblemente se ha omitido, pues acontece un hecho histórico conocido que refrenda las dos posibles fechas en las que fue escrito.
En una de sus anotaciones dice:
“IIII que espiseron quando llo rege uenit ad Rocola”.
Se trata de los cuatro (IIII) quesos que se consumieron en la visita que realizó Ramiro III al Monasterio de Rozuela (León), en Julio del año 974. Por tanto, lógicamente, sería esta fecha muy aproximadamente, en la que se escribieron las anotaciones.
3º) No es la RAE quien dinamita la burrada pretendida por la C. Autónoma de La Rioja pues decir y pedir que las Glosas Emilianenses son los “Primeros textos del castellano”, es un auténtico disparate histórico y filológico, y en su osadía la comunidad riojana, llegó a solicitar el reconocimiento de la UNESCO y del CONSEJO DE EUROPA, el ser declarada por ello Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, autoproclamándose nada menos como “la cuna del castellano”
El prehistoriador etnólogo y filólogo vallisoletano Jorge María Ribero-Meneses, impugnó ante la UNESCO y el CONSEJO DE EUROPA, en Octubre 2002, el hecho de que “las Glosas” fuesen los documentos más antiguos escritos en Romance Castellano”, cuando ni siquiera en Castellano están escritas, si no , con tal alubión de pruebas que esos dos altos estamentos internacionales no consideraron la solicitud riojana, ya que ni siquiera estan escritas en Castellano, por lo que no están clasificadas en el grupo del íbero-romance, si no en el grupo de lenguas y dialectos pirenaico-mozárabes, al cual pertenece el navarro aragonés.