El concepto del atletismo reúne muchas disciplinas deportivas. Desde diferentes tipos de carreras de velocidad, hasta pruebas que involucran elementos como pesas, jabalina o vallas. No se trata solo de competir para ver cuál atleta llega primero a la meta, sino de superar obstáculos en el menor tiempo posible, combinando destreza física y preparación mental. En este artículo encontrarás detalles sobre los principales tipos de carreras de atletismo, para que así tengas una nueva opción para ejercitarte fuera del gimnasio.
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El movimiento y las habilidades motoras son características del atletismo, uno de los deportes más completos que existen. Uno de los factores importantes que se consideran en las principales pruebas atléticas es la rapidez. Existen muchísimos tipos de carreras de atletismo, y la primera que debes conocer es la tradicional carrera de velocidad.
Dentro de las categorías de carreras de atletismo está la carrera de velocidad. Se trata de una competencia de velocidad – como su nombre lo indica –, en la que los competidores (también llamados velocistas) tienen el objetivo de completar un trayecto o recorrido en el menor tiempo posible. La longitud que se debe superar puede ser corta, media o larga según las condiciones de la carrera.
Indistintamente de la distancia a recorrer, los velocistas se posicionan en la línea de salida – cada uno en su carril determinado – colocando los pies sobre unos tacos especiales, los dedos en el piso y los brazos en una abertura ligeramente mayor al ancho de los hombros. Esta postura inicial les permite controlar el impulso y movimiento una vez que suceda la explosión que da inicio a la carrera.
Las carreras cortas también se conocen bajo en nombre de “sprints”. Pueden ser llevadas a cabo tanto en pistas como en campos especiales, y la distancia puede variar entre los 100, 200 o 400 metros. En este tipo de dinámicas los atletas se mantienen en su carril a lo largo de toda la carrera.
El velocista de media distancia amerita mayor resistencia y ritmo. El recorrido en estos casos es de 800 o 1.500 metros (en calle libre), hasta 1 milla. En el caso de las carreras de 1 milla o más, los atletas ya no se mantienen en el mismo carril, sino que compiten en una cancha libre en la que pueden pasar a los competidores para obtener ventaja.
Las carreras de larga distancia van desde los 3, 5 o 10 kilómetros. Aunque todas las carreras ameritan una preparación según el recorrido que se plantea superar, en el caso de las distancias largas es necesario revisar con mucha anterioridad factores importantes como la evaluación física completa del atleta, pruebas de pista del atletismo o campo – si es posible – e incluso las condiciones climáticas tentativas.
Es el deporte organizado más antiguo de la historia. El primer registro de los diferentes tipos de atletismo se remonta al año 776 a.C, en la antigua Grecia. De allí surgen las primeras competiciones referentes a velocidad. El nombre deriva de “athletes” que significa “competir por un premio” y “aethlos” que significa “esfuerzo”.
Desde la antigüedad, cuando se realizaban estos juegos en honor a Zeus, hasta la actualidad, el atletismo y las carreras han compartido una serie de características comunes: se practica al aire libre, amerita esfuerzo físico, y se premia al más veloz o al de mejor rendimiento.
El atleta velocista siempre ha tenido diferentes formas, ya que no existe un estándar físico determinante para participar en las carreras, más allá de la resistencia y condición médica necesaria para resistir el desafío. Sin embargo, debe existir un equilibrio entre peso, musculatura, fuerza y estatura.
Es la prueba de velocidad más conocida y popular, y que está incluida dentro del programa olímpico. La distancia que se recorre es más del doble de una carrera de larga distancia normal, pero en esta dinámica importa más la resistencia, la condición física, y el ritmo del atleta.
El recorrido total de una maratón es de 42, 195 kilómetros. Es un desafío deportivo que atrae a muchísimos maratonistas y aficionados a nivel mundial. Participar en una carrera de este estilo requiere de meses (incluso años) de preparación física y mental. Quien participa debe condicionarse para durar largas horas realizando un gran esfuerzo físico.
La distancia en este caso es, como su nombre lo indica, la mitad de una maratón. Eso significa que se recorren 21,097 kilómetros. Es muy popular entre los deportistas y suele realizarse como antesala a la maratón o práctica para carreras más largas.
Las actividades maratónicas pueden llevarse a cabo en canchas o campos especializados, en espacios abiertos como el centro de la ciudad o un entorno natural habilitado.
En las carreras de este tipo se presentan obstáculos en intervalos determinados a lo largo de la pista. El atleta debe llegar a la meta en el menor tiempo posible, evitando estas barreras. Se necesita estrategia, rapidez, técnica y sincronización.
El ejemplo más representativo es la carrera de vallas, en la que los deportistas deben saltar las diferentes vallas que existan en la pista para llegar al final. Las distancias van desde los 100 hasta los 400 metros.
Al combinar las vallas con fosos de agua y otros obstáculos, pueden realizarse largas carreras de este estilo, completando hasta 3.000 metros de distancia.
A diferencia de todos los otros tipos de carreras de velocidad, en los que el velocista compite individualmente, el relevo implica trabajar en equipos. Son las más emocionantes y llamativas, y se componen de cuatro atletas en cada equipo. Cada miembro debe recorrer un tramo determinado y al llegar pasarle la estafeta (el tubo, testigo o relevo) al compañero, quien deberá repetir el proceso hasta completar la carrera.
Cada cuatro años es posible ver en los Juegos Olímpicos el mejor ejemplo de qué son las carreras en el atletismo, sin embargo, las imágenes de carreras de velocidad que se encuentran en internet o en televisión son solo una pequeña parte de todo lo que representa el mundo de la deportividad. Los diferentes tipos de carreras de atletismo, obstáculos, pruebas y la sana competencia son factores que aportan gran valor a la condición física y al desarrollo de habilidades tanto sociales como mentales. Participar en alguno de los muchos tipos de carreras de velocidad fomenta la disciplina, la autoexigencia y la flexibilidad muscular.