Antes de hablar de los tipos de eutanasia es necesario explicar qué significa eutanasia. De acuerdo a la National Library of Medicine, el término se deriva del griego, ‘Eu’ que significa ‘bueno’ y ‘thanatos’ que significa ‘muerte’, ambos le dan el significado de ‘buena muerte’; dicho esto, las diferentes formas de eutanasia tienen como finalidad la aceleración de la muerte de un paciente para evitar sufrimientos mayores. A continuación, explicamos cuántos tipos de eutanasia existen y cómo en cada una varía el concepto de eutanasia.
Historia de la eutanasia:
Antecedentes históricos y actualidad de esta polémica práctica médica
Eutanasia activa
La clasificación de la eutanasia y también la definición de la eutanasia puede variar de acuerdo al contexto en el que se lleva a cabo la practica. En este caso, uno de los ejemplos de eutanasia más conocidos en la activa, que consiste en matar a un paciente por medios activos, por ejemplo, inyectando una dosis letal de una droga.
En ocasiones, a lo qué es la eutanasia activa también se le llama “eutanasia agresiva”, puesto que implica la terminación inmediata intencional de una vida humana, a pesar de que ocurre a petición del paciente.
La preocupación del paciente
En el ensayo Types of Euthanasia (2020), la autora Sara Mustafa explica que una de las principales características de la eutanasia activa es que la persona que la lleva a cabo está siguiendo la orden del solicitante y su busca satisfacer directamente su preocupación o su deseo de morir.
“Cuando la eutanasia está activa, a menudo se menciona ‘matar a pedido’. Si un médico administra una inyección letal a un paciente a pedido claro del paciente, esto se conoce como eutanasia activa”, comenta Mustafa.
¿Suicidio asistido?
A menudo, la eutanasia activa también es calificada como suicidio asistido (por un médico), porque, porque se traduce en la muerte voluntaria y asistida en la que un médico ayuda al paciente para que se suicide. Para ello puede indicarle cómo tomar la medicación necesaria y supervisarlo mientras termina con su vida, pero no le inyecta nada o le da a tomar el medicamento; ahí reside la diferencia y puede calificarse como eutanasia activa indirecta.
Conflicto legal
De acuerdo a los registros éticos y morales, el conflicto legal con respecto a la eutanasia tiene que ver con el Programa T4 aprobado por Adolf Hitler en la Alemania Nazi (1939-1945), que era un programa de eutanasia que consistía en matar a los enfermos incurables, discapacitados física o mentalmente, sin importar que fueran niños o ancianos, con la finalidad fortalecer la “raza aria”.
Pero más allá de ese pasado histórico, hay casos que, a través de los años han favorecido el deseo de los pacientes con enfermedades terminales (Cáncer, SIDA, entre otras) de darle un stop perenne a su dolor. Es por ello que la eutanasia es legal en Estados Unidos (Washington, D.C., Oregon, California, Colorado, Montana, Vermont y Hawaii) y también en:
- Suiza
- Alemania
- Japón
- Países bajos
- Bélgica
- Luxemburgo
- Colombia
- Canadá
Eutanasia pasiva
¿Qué es la eutanasia pasiva? A diferencia de la eutanasia activa, la pasiva consiste en dejar morir intencionalmente a un paciente al negarle un soporte vital artificial, que bien puede ser un ventilador o un tubo de alimentación.
En este caso, la eutanasia pasiva a veces puede verse como la negación o limitación de los tratamientos de soporte vital para acelerar la muerte. Sin embargo, el médico o la persona a cargo del paciente también puede prescribir dosis cada vez más altas de analgésicos para que progresivamente se vuelvan tóxicas y terminen con la vida del paciente.
Renuncia voluntaria
En este contexto, Mustafa sostiene que la eutanasia pasiva “es la renuncia voluntaria a las medidas médicas de soporte vital por parte de una persona moribunda, que podría prolongar el proceso de muerte”.
Asimismo, explica que el deseo de este tipo de eutanasia puede evidenciarse “cuando las medidas utilizadas no mejoran el estado del paciente ni prometen una vida más larga con una calidad de vida aceptable”.
Depende del paciente
Por otro lado, la autora también señala que en la eutanasia pasiva, a diferencia de la activa y eutanasia directa, la decisión de vivir o morir depende de qué calidad de vida quiere tener el paciente. En consecuencia, Mustafa sugiere que algunos ejemplos de eutanasia pasiva incluyen “abstenerse de la respiración artificial o la alimentación por sonda” y también “abstenerse, no continuar o interrumpir los tratamientos farmacológicos”.
Sin embargo, en estos casos suelen presentarse conflictos legales en países en donde no es legal la eutanasia, pero el paciente no desea vivir más. Es por ello que prefiere prescindir de la atención médica y los tratamientos.
Eutanasia voluntaria
Seguidamente, entre los diferentes tipos de eutanasia también se encuentra la eutanasia voluntaria, la cual se da la eutanasia cuando una persona pide expresamente que terminen con su vida. De acuerdo a Mustafa, esta es una de las formas de eutanasia que menudo es difícil de diferenciar del suicidio asistido, que explicamos anteriormente.
No obstante, detalla que la eutanasia voluntaria “está disponible si el paciente expresa un deseo serio de ser asesinado mientras aún está consciente” o bien puede seleccionar a una persona como precaución si el paciente presentara una “posible incapacidad para tomar una decisión”.
Respeto de la libertad y medida legal
Por otro lado, Mustafa también enfatiza en su análisis que algunos de los autores que explora en su ensayo como Singer (1994: 226) ve con buenos ojos que se permita la eutanasia voluntaria cuando las personas ya no son capaces de suicidarse y “lo justifica con el argumento de que se debe respetar la libertad individual de la persona y, por tanto, su voluntad de morir”.
En este sentido, la autora expone que el deseo de las personas es reducir el sufrimiento en sus vidas y por ello debería estar permitida la eutanasia voluntaria. No obstante, sugiere que para garantizar que no se está abusando de la eutanasia, “se deben tomar medidas de protección para que la legalización regulada de la eutanasia no suponga ningún peligro”.
Involuntaria y pasiva
Como hemos dicho anteriormente al explicar qué es eutanasia, existen diferentes formas de combinar los tipos de eutanasia que existen. Dicho esto, la eutanasia voluntaria también puede ser pasiva cuando “hay un acortamiento de la vida como efecto secundario no intencional del alivio del dolor”.
Esto ocurre cuando, por ejemplo, el paciente sabe que tomar analgésicos puede reducir el dolor, pero también puede acelerar su muerte si se pasa de las dosis recomendadas. No obstante, la eutanasia involuntaria y pasiva suele ocurrir días u horas antes de la muerte natural.
Eutanasia involuntaria
Otra de las formas de eutanasia es la involuntaria, la cual ocurre sin el consentimiento del paciente. Un ejemplo de eutanasia involuntaria es cuando una persona está inconsciente y se desconocen sus deseos. La muerte en formas desconocidas en un ambiente controlado está penado por la ley en cualquier parte del mundo.
Sin petición de muerte
En su texto, Mustafa resalta que la eutanasia involuntaria también se da “cuando una persona puede aceptar su muerte pero no lo hace porque no se le pide o porque se le pide pero aún quiere vivir. Si la matan de todos modos, es una eutanasia involuntaria”.
Casos como esto son los más críticos, porque en primer lugar, si se mata a una persona, que quería seguir viviendo, se trata de un asesinato. Además, si sucede, quiere decir que ya ha sucedido antes.
Situaciones inusuales
A su vez, la autora indica que la eutanasia involuntaria también se puede dar en las situaciones más inusuales. Por ejemplo, apunta que “pudo haber sucedido porque el paciente no reconoció el sufrimiento futuro que le esperaba y la otra persona solo quería protegerlo de su propio sufrimiento”.
Asimismo, enfatiza que no hay motivos para no preguntarle a alguien si desea seguir viviendo o si, por el contrario prefiere morir. “No hay justificación para la eutanasia involuntaria, ya que una persona que puede consentir o rechazar no debe ser asesinada, ni siquiera con el objetivo de salvar este sufrimiento”, cita Mustafa a Huber (1999: 143).
Antes de concluir el tema, debemos decir que estos son solo algunos de los tipos de eutanasia que existen, y que hay varias vías para combinar las formas de eutanasia anteriormente nombradas. Asimismo, puntualizamos que las características de eutanasia activa también se relacionan con el término “muerte misericordiosa”, que bien puede ser activa, pasiva generalmente se refiere a la eutanasia activa, involuntaria o la administrada por otros. Finalmente, solo resta decir que cualquier el tema de la eutanasia debe ser tratado con sumo cuidado para evitar abusos e irregularidades, pero también se debe crear marcos legales para proteger a los pacientes, para que sean escuchados y se le respeten sus derechos.
