¿En qué consiste la violencia intrafamiliar? Refiere a un daño que se ejerce en la convivencia de un mismo grupo de personas, donde todas tienen una conexión sanguínea. Una de las características de la violencia intrafamiliar es que abarca todos los actos violentos que se presentan de una familiar a otro. El estatus social de las familias, suele ser el gran detonante de estos actos. Los tipos de violencia doméstica se pueden clasificar en 4 grandes grupos.
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La definición de violencia física indica que es uno de los tipos de violencia intrafamiliar con más repercusión en los integrantes de las familias con escasos recursos o con familiares agresivos o con problemas de alcohol. En estos casos el agresor, a través del miedo que genera en su víctima, la paraliza.
Luego le genera daño corporal, con golpes, objetos, armas de fuego o blancas. Es un maltrato que está ligado con las emociones de los agresores, siendo personas resentidas, con frustración, infelices o decepcionadas con su vida. ¿Cómo se presenta la violencia? Generalmente, este tipo de violencia doméstica se presenta de padres a hijos, aunque existen casos donde el abuso es infligido de mujeres hacia sus maridos y viceversa.
Una de las causas de la violencia intrafamiliar como la física, es que los agresores tienen problemas de ira o han sufrido otro tipo de abusos anteriormente. Dentro de los ejemplos de violencia física se encuentra el maltrato a la mujer y padres que golpean a sus hijos y descargan su ira o enojo hacia ellos.
La violencia física provoca grandes consecuencias en las víctimas. En el caso de los niños, suelen convertirse en personas igual de agresivas, como reflejo del enojo que siente por haber pasado por todo eso. O, al contrario, se convierten en personas aisladas, poco receptivas con la sociedad y su entorno.
Si aún te preguntas qué es violencia física o cómo puedes detectarla, frecuentemente, las víctimas suelen presentar hematomas, fracturas, problemas físicos o alguna necesidad médica no atendida. Suelen evidenciarse quemaduras de cigarrillos, cortes o heridas en el cuerpo que, según la víctima, se realizó haciendo labores cotidianas.
Es un tipo de violencia doméstica que ataca las emociones. Es un abuso emocional y psicológico. Las víctimas que reciben este tipo de agresión, aunque no suelen recibir ningún tipo de maltrato físico, si tienen que soportar humillaciones, insultos, amenazas y hasta prohibiciones. Los agresores también optan por ignorar, aislar, explotar, rechazar, ridiculizar y aterrorizar a la víctima.
Es un tipo de violencia que destruye la autoestima de las víctimas, les quita su seguridad, confianza y son personas que no creen en el amor y en la felicidad. En los casos donde se más se observa estos tipos de violencia en la familia, es en las relaciones y hacia los niños.
En el caso de las relaciones, los agresores suelen utilizar frases como “Si no estuvieras conmigo no serías nadie”, “Yo soy la única persona que podría amarte”, “Estando conmigo estarás bien”. Con estas frases los agresores, que pueden ser tanto hombres como mujeres, buscan minimizar a las víctimas para mantenerlas acorraladas y dentro de los términos que ellos necesitan.
Cuando se presenta la violencia emocional hacia los niños, suele pasar de padres hacia hijos y, generalmente ocurre cuando el agresor ha sufrido violencia física o sexual.
Las víctimas que sufren de estos problemas de violencia intrafamiliar suelen sentir vergüenza o culpa, llegan a sufrir de depresión, baja autoestima, tienen problemas con las drogas. También pueden presentar problemas intrafamiliares, trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia, presentan inestabilidad del sueño y en el peor de los casos, intentos de suicidio.
Entre los indicadores más comunes que se dan en una persona que sufre de violencia psicológica, están las fobias, llorar en exceso y por cualquier motivo, tener miedo a salir de la casa, o de la escuela si son niños. También se encuentra el tartamudeo, ser personas excesivamente pasivas, agresivas o negativas.
Este tipo de violencia se concentra en los actos que abarcan desde el acoso verbal a una penetración forzada de una persona a otra. De acuerdo al Informe mundial sobre la violencia y la salud, la violencia sexual es «los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar o el lugar de trabajo.»
¿Por qué se da la violencia familiar? Este tipo de violencia se puede presentar en los matrimonios, en citas amorosas, insinuaciones sexuales no deseadas en el trabajo, escuela, entre otros. También existe la violación por desconocidos y conocidos, sobretodos familiares. La violación se puede presentar como esclavitud sexual, en situaciones de conflicto armado, abuso de personas discapacitadas y violación de menores de edad y adultos mayores.
Los abusos sexuales pueden darse hacia una misma persona en reiteradas oportunidades (como es el caso del abuso intrafamiliar) o también en robos, maltrato físico o otros tipos de agresiones realizadas por desconocidos.
Se podría decir que, la violencia sexual se clasifica en tres clases:
Los casos más frecuentes que existen, según Unicef, involucran niños y mujeres. En los niños, es frecuente el abuso o violencia de familia y casos de pedofilia. Entre las secuelas que presenta una víctima de violencia sexual está, la baja autoestima, los suicidios, fracasos escolares, conductas delictivas, abuso de drogas, relaciones conflictivas con los familiares y la ausencia de autoprotección.
Entre los indicadores que presenta una víctima de violencia familiar o violencia sexual son: Retraimiento social, conductas agresivas, sentir miedo, hematomas y heridas en los muslos internos, dolores genitales, traumatismos en las zonas íntimas, sangrado anal o genital, fisuras anales. Son personas desconfiadas, calladas, pasivas, con trastornos del sueño, entre otros.
Se enfoca en toda acción u omisión por parte del agresor, para impedir el surgimiento y supervivencia económica de la víctima. En casi todos los casos, ocurre en el núcleo familiar, frecuentemente de hombres hacia mujeres.
El agresor suele presentarse como la persona que tiene el dominio económico del hogar y controla todos los gastos de la familia. Así mismo, prohíbe recursos y aísla a la familia y no les permite sentir satisfacción con ciertas necesidades familiares. Otras formas de violencia económica son el robo de dinero, del agresor hacia la víctima, retener dinero o restringir el uso del mismo.
Existen casos donde las víctimas deben rendir cuentas sobre todo lo que gastan, en qué se lo gastan y cómo lo hacen. Si reciben dinero del agresor, entregar todo un inventario de lo consumido para poder controlarlo. Es un tipo de violencia que suele pasar desapercibido porque es difícil detectarlo, ya que no se presenta con golpes o agresiones que suelen distinguirse físicamente.
Una de las principales consecuencias de la violencia económica, es la dependencia que crea el agresor en su víctima, haciéndole creer que sin la existencia de él/ella en su vida no logrará surgir o ser autosuficiente económicamente. Esta consecuencia conlleva a una baja autoestima, poca confianza en sí mismo e inseguridad.
Aunque a veces es difícil detectar una violación económica, se debe prestar atención cuando una persona sufre pérdida, destrucción o apropiación indebida de bienes o algún derecho patrimonial.
También si la persona tiene restricciones económicas con respecto a eventos o todo lo que involucre satisfacer sus necesidades. Las víctimas suelen presentar perturbación sobre la tenencia o posesión de sus propiedades.
Además de los anteriores, hay otros tipos de violencia doméstica que vale señalar.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia o maltrato infantil implica todo abuso y desatenciones que sufren los menores de 18 años de edad. La violencia infantil es otro de los tipos de violencias y sus características incluyen el maltrato físico, psicológico y sexual. Todo lo que dale su salud, dignidad y ponga en riesgo su vida, así como su dignidad.
El maltrato infantil se da cuando el agresor, menosprecia, ridiculiza, insulta o causa alguna perturbación que altere su bienestar integral.
Las consecuencias que conlleva la violencia infantil se suelen generar a largo plazo en la vida de las víctimas, son situaciones que generan estrés y trastornos en el desarrollo del cerebro. En los casos más extremos de maltrato se presentan daños en el sistema nervioso e inmunitario.
En su adultez tienen mayor riesgo de sufrir problemas de conducta y mentales. Los abusos pueden presentarse como enfermedades, entre ellas la obesidad, embarazos no deseados a temprana edad, adicción a las drogas o al alcohol. También enfermedades en el corazón e incluso cáncer.
Los niños o jóvenes que sufren de maltrato infantil suelen vivir en estado de alerta, salen temprano de su vivienda y regresan lo más tarde que pueden o presentan signos de no querer regresar. Sienten temor cuando tienen a un adulto cerca, sobre todo si es un familiar. Lloran fácilmente, no les gusta el contacto físico.
A largo plazo, suelen sufrir de depresión, ansiedad, trastornos alimenticios. Si se encuentran en un entorno donde tienen acceso a las drogas fácilmente, llegan a consumirlas. Son niños y jóvenes con poca autoestima, sin confianza, suelen huir del hogar. También tienen comportamientos rebeldes, sufren regresiones como mojar la cama e incluso recurren a los intentos de suicidio.
Cómo lo indica su nombre, es cuando se presenta el maltrato en una relación de pareja. Puede darse, de hombre hacia mujer, de mujer hacia el hombre o una violencia cruzada. En esta última, el maltrato es mutuo, las dos personas de la relación son víctimas y agresores, al mismo tiempo.
En el caso de la violencia contra la mujer, puede ocurrir de forma física, mental o económica. Es uno de los tipos de violencia con mayor repercusión a nivel mundial.
Los hombres que maltratan a las mujeres, suelen hacerlo para sentir dominio sobre la otra persona, cuando sienten poca estima sobre el sexo opuesto y para instaurar poder a través de golpes, amenazas o desprecios. Generalmente, los agresores son personas con problemas de ira y que sufrieron algún tipo de violación o abuso en su infancia.
Cuando se da la violencia de mujeres hacia los hombres, la sociedad suele verlo con ojos aberrantes, pero existe en igual magnitud que de hombres a mujeres.
En estos casos de violencia los motivos de las agresoras suelen ser los mismos: necesidad de dominio, poder y sembrar el sentimiento de desconfianza, miedo y dependencia en sus víctimas. En la actualidad, los hombres que sufren de este tipo de violencia, se enfrentan a un gran estigma social y son señalados por las personas de su propio género. Sin embargo, se trata de una situación que sigue en incremento y que afecta a millones de hombres en todo el mundo.
Una de las consecuencias más dominantes de este tipo de violencia, son las muertes que genera anualmente. Aunque son más conocidos los casos de feminicidio. Las víctimas también presentan poca autoestima en todos los aspectos de su vida, dificultad para manejar la agresividad, les cuesta socializar y sienten desconfianza de otras personas.
Para detectar que una persona sufre de violencia conyugal, se debe estar atento a las señales que muestra la víctima. Si son físicas, pueden ser hematomas, poca confianza en sí mismo, trastornos del sueño y de la alimentación. Problemas de salud recurrentes, dolores en el cuerpo. También es posible, notar a las víctimas retraídas, sin ganas de socializar o conectar con otras personas y alejarse poco a poco de sus grupos de amistades e incluso familiares.
La violencia y maltrato hacia los adultos mayores puede presentarse desde el hogar, hasta en una casa de cuidado especial. El abuso puede ser físico, mental, por negligencia o abandono. En cualquiera de los casos, los adultos mayores suelen ser humillados, agredidos, no existe una atención adecuada a sus necesidades o en el peor de los casos, son abandonados a su suerte.
Este tipo de maltrato genera consecuencias como lesiones corporales, depresión, ruina financiera o mortalidad prematura. Existen casos donde los adultos mayores no tienen la posibilidad de denunciar los maltratos debido a limitaciones físicas. Estos son los casos más difíciles de detectar.
Las víctimas suelen sufrir de úlceras, heridas cortantes, hematomas, mala administración de medicamentos, descuidos en su higiene, aspecto descuidado y hasta desnutrición.
El resumen de la violencia intrafamiliar y los tipos de violencia intrafamiliar nos indica que están presentes en muchos hogares del planeta y son situaciones que pueden presentarse a cualquier edad. Los tipos de violencia doméstica que te mencionamos en este artículo, solo resumen y engloban los más conocidos. Sin embargo, existen otros sub tipos que se han generado a raíz de estos. Organizaciones como la OMS, ONU o Unicef, buscan ofrecer información sobre la violencia intrafamiliar y hacer un llamado a las personas y darle un no a la violencia intrafamiliar.