El síndrome de burnout es una de las afecciones laborales que cada día sufren más personas en el mundo. La competencia laboral, las necesidades económicas en medio de situaciones críticas y el exceso de tareas por persona, son parte de sus causas. Ya no se habla solamente de estrés laboral, sino de un trabajador quemado tanto física como mental y emocionalmente.
Explotación laboral:
Definición, causas, consecuencias y ejemplos de explotación humana en el trabajo
Desde inicios del tercer milenio, la OMS reconoce el estrés laboral como un factor de riesgo a otras enfermedades. Estas pueden ser tanto físicas como mentales y emocionales. Por ende, comprometen la salud del trabajador en todos los aspectos, interfiriendo también en su vida personal. Lo que deriva en altas probabilidades de ausentismo, e incluso, bajas laborales.
Primero hay que conocer qué es burnout. Esta frase traduce al español “quemado”. Pero no se trata de quemaduras causadas por fuego. Es más bien una condición continua de estrés que “quema” al trabajador en el más amplio sentido.
La fatiga mental, la falta de entusiasmo, el cansancio permanente y los sentimientos negativos fácilmente construyen el significado de burnout laboral.
Esto también se explica como una sensación de continua presión en el puesto de trabajo.
Se diferencia del estrés por llegar a ser insostenible, al punto que enferma a quienes se están “quemando”. En cambio, los trabajadores afectados por el estrés pueden convertirlo hasta en una motivación para conocer aspectos de su personalidad hasta entonces desconocidos. El estrés suele ser una reacción hacia lo inexplorado, lo inesperado o una carga excesiva. Una vez abordado aquello que lo causa, se puede resolver.
El burnout es diferente, porque no existe una sola cosa estresante, sino un contexto que se hace pesado y con el que ya no se puede lidiar más. Al punto de ni siquiera poder desconectarse de esta situación mientras se desempeñan el resto de facetas cotidianas.
El síndrome de estar quemado por el trabajo abarca varias dimensiones humanas y laborales.
Se infiere que el síndrome del quemado o burnout se genera por estrés y carga laboral excesiva. Para conocerlas a profundidad, se detallan algunas de las experiencias causantes del síndrome de quemarse en el trabajo.
Esta es una de las causas más comunes para servidores públicos, personal de la salud, profesionales de la enseñanza y servicio de atención al cliente.
No siempre se puede complacer al público atendido. En la relación cliente servidor influyen estados de ánimo, malentendidos y predisposición por anteriores tratos desagradables. También puede que tanto el trabajador como el cliente estén alterados por causas de estrés en el entorno o por el volumen de personas en espera para ser atendidas.
En el caso de la enseñanza, maestras y profesores no solo se someten a la presión de atender a sus estudiantes. También tienen que cubrir las expectativas de los representantes y de las autoridades de la escuela.
Cabe señalar que las jornadas laborales intensas son más bien productivas. Esto se debe a que el trabajador se concentra en las tareas que tiene que completar.
Al contrario, las jornadas extensas agotan. En especial cuando hay largos vacíos de espera para desempeñar su profesión.
Este tipo de causas ocurren entre médicos especialistas, guardias de vigilancia, o la espera por responder teléfonos y correos.
Esta causa tiene su origen en la competencia despiadada. Ser competente en el ámbito laboral se refiere a la capacidad resolutiva frente a un problema, así como tomar decisiones acertadas en corto tiempo.
Se confunde el ser competente con tener que asumir un sinnúmero de tareas. Y muchas de ellas realmente no atañen al puesto de trabajo desempeñado.
La inmediatez es un mal de la actualidad. La mayoría de las personas quieren todo ya, ahora mismo. Las organizaciones no escapan de ese deseo de tener todo el trabajo listo tan pronto como sea posible.
Lo peor de esta realidad es que apenas el trabajador culmina esas tareas en el menor tiempo, se le asignan más.
¿Para qué se trabaja si no es para ganar el sustento? Si bien es cierto que el trabajo desempeñado debe estar acorde a la vocación del empleado, también es cierto que se esfuerza para pagar lo indispensable y mejorar su calidad de vida.
Devengar un sueldo que apenas alcance para comer y pagar renta es igual a vivir en esclavitud. El empleo debe remunerar mucho más. O aportar beneficios que hagan trascender a sus trabajadores.
Existe una frase común que indica que los trabajadores no renuncian a un puesto de trabajo, sino a un pésimo jefe.
Esta situación suele ocurrir cuando un líder de equipo no atiende a las necesidades de los trabajadores de su cargo, no los escucha ni reconoce el valor que agregan a la organización.
Cuando un trabajador ingresa a una organización suele tener la expectativa de un empleo a largo plazo. Moverlo de su sitio de trabajo a otro para cubrir una baja laboral puede hacer sentirlo inferior, o como que desempeña un trabajo más, no que aporta valor a la empresa.
Por ello es mejor invertir en un sustituto que sepa que está en ese sitio temporalmente en lugar de causar confusión a un empleado estable.
Los trabajadores sufren de síndrome burnout cuando sus expectativas personales no se cumplen.
Estas pueden ser el número de días de vacaciones, el ambiente laboral, el cumplimiento de sus pagos, la posibilidad de avanzar en su carrera profesional.
Siempre que el trabajador sienta que no se cumplen sus expectativas, se suman causas a la decepción por su empleo.
Ciertamente, el trabajo debe ser desempeñado de manera efectiva. Se tienen que cumplir pautas, tiempos de entrega y calidad del producto. Esto no quiere decir que las exigencias lleguen a puntos absurdos de perfeccionismo.
Muchos trabajadores ponen este tipo de estándares inalcanzables en su mente, desarrollando un miedo irracional a la hora de completar sus entregas laborales.
El síndrome de trabajador quemado no se manifiesta de un día para el otro. Va enviando señales progresivas que se acentúan con el paso del tiempo. A continuación se detallan cuáles son los signos y síntomas del síndrome burnout, así como las complicaciones en las que puede derivar.
El tratamiento contra el burnout aborda los rasgos psicológicos del paciente. Se centra en trabajar en cuanto a la autoestima y recuperación de la identidad.
En especial, el tratamiento del síndrome burnout consiste en recordarle al trabajador que su valor personal tiene un significado mayor que el laboral.
Es fundamental reconocer que se sufre del síndrome de burnout. Y en ese mismo proceso identificar qué lo origina, cuáles son los síntomas que personalmente se han padecido.
También es importante saber en qué áreas de su vida personal ha interferido y qué puede hacer para contrarrestarlo.
En algunos pacientes funcionan los encuentros d meditación, practicar deportes y retomar sus vínculos afectivos.
Resulta efectivo trabajar en la psicoterapia aspectos como la autoestima, la resiliencia, y la comunicación efectiva.
Aprender a combatir el estrés es la llave mágica para abrir la puerta del miedo y salir del burnout.
Se pueden intentar diferentes métodos, como los de respiración profunda, meditación, aromaterapia. Asimismo, implementando otros trucos rápidos que puedan funcionar en el lugar de trabajo, como tener una imagen linda que contemplar en un momento de profunda ansiedad.
Nada más frustrante que enfrascarse en los sueños y no aceptar la realidad. Puede ser que tengas grandes esperanzas, pero estos también deben apegarse a tus posibilidades y al empleo que tienes.
Si lo encuentras muy alejado, entonces es hora de buscar un orientador vocacional y asesoramiento laboral para conseguir un empleo que se ajuste un poco más a tus deseos.
Dormir a horas apropiadas, tomar días de descanso, hacer deportes y comer saludablemente es parte de las técnicas para salir del síndrome del trabajador quemado.
Además, es recomendable dejar vicios como el tabaco, el alcohol en exceso, drogas y limitar el consumo de comida chatarra.
La enfermedad de trabajar mucho se puede prevenir desde dos perspectivas: como trabajador y como organización.
No solo el trabajador debe ocuparse de su salud mental y emocional. También las organizaciones tienen que ocuparse de generar espacios para que sus empleados se sientan mejor.
Actualmente, suelen incorporarse pequeñas salas de reunión y cafetines, sitios con televisión o algunos libros para que los trabajadores se distraigan unos minutos y puedan continuar con sus tareas diarias.
La asertividad consiste en actuar en el momento indicado. Si te sientes agotado, que tienes sentimientos encontrados o que requieres de un tiempo para pensar en tu vida, avísalo a tu jefe. Toma un tiempo para ti y recuperarás tu buena actitud ante el trabajo.
El síndrome del trabajador quemado es una afección derivada de la acumulación de estrés, presiones laborales como la sobrecarga de ocupaciones e incluso, heridas emocionales. Para evitar el síndrome de burnout así como para superarlo, tanto empresas como trabajadores deben ajustar sus expectativas y ser realistas en cuanto a lo que se puede lograr en el desempeño laboral cotidiano.