Under Armour, la multinacional deportiva, ha anunciado un plan de ajustes que incluye despidos, como respuesta a un año fiscal 2023/2024 de resultados negativos en ventas y beneficios.
Este movimiento se produce después de que el fundador de la compañía, Kevin Plank, retomara sus funciones como CEO en marzo de 2024, tras la salida de Stephanie Linnartz.
Según las cifras presentadas por Under Armour, la compañía cerró su último ejercicio fiscal, concluido el 31 de marzo de 2024, con ingresos netos de 5.246,80 millones de euros.
Este monto representa una caída del 3,4% respecto a los 5.431,88 millones de dólares del año anterior. Sin embargo, aún refleja un incremento del 8,25% en comparación con los 4.846,76 millones de euros de 2019, el último año sin los efectos de la pandemia.
La empresa enfrentó un primer trimestre con ventas de 1.211,89 millones de euros, un descenso del 2,37% respecto al mismo periodo del año anterior.
El segundo trimestre reportó ingresos de 1.440,75 millones (-0,45%), seguido por un tercer trimestre con ventas de 1367,40 millones (-6%) y un cuarto trimestre con 1.225,87 millones de euros (-4,74%).
La considerable caída durante la segunda mitad del ejercicio fue un factor clave en la salida de Linnartz y el regreso de Plank a la dirección desde el 1 de abril de 2024.
En términos de rentabilidad, Under Armour reportó un beneficio neto de 213,48 millones de euros, lo que representa una disminución del 38% en comparación con los 344,57 millones del año anterior.
A pesar de esta caída, es un incremento del 151,8% frente a los 84,78 millones de euros obtenidos en 2019.
Kevin Plank comentó sobre los resultados:
«En un entorno minorista desafiante en el año fiscal 2024, que incluyó altos inventarios y un ritmo constante de promociones, demostramos un control de gastos disciplinado y obtuvimos resultados alineados con nuestras expectativas», dijo.
Plank también destacó que la compañía mantuvo una sólida posición de efectivo y niveles saludables de inventario.
La caída en ventas se reflejó en todos los segmentos de productos de Under Armour. Las ventas de prendas de vestir, su principal fuente de ingresos, alcanzaron los 3.486,60 millones de euros, una reducción del 2,12%.
El calzado también vio una disminución, con ventas de 1.273,18 millones de euros (-4,9%), y los accesorios cayeron a 373,33 millones de euros (-0,68%).
En términos de canales de distribución, las ventas mayoristas generaron ingresos de 2.984,34 millones de dólares, un descenso del 6,48%. En contraste, las ventas a través de los canales directos al consumidor (DTC) aumentaron un 3%, alcanzando los 2148,78 millones de euros.
Geográficamente, Norteamérica sigue siendo el principal mercado de Under Armour, aunque con una caída en ventas del 5,14%.
Sin embargo, la compañía experimentó crecimiento en mercados internacionales: en EMEA (Europa, Medio Oriente y África) las ventas aumentaron un 57%; en Asia-Pacífico, crecieron un 19,32%; y en América Latina, subieron un 63,49%.
En respuesta a los resultados negativos, Under Armour ha anunciado un plan de reestructuración profundo que incluye despidos.
La medida busca fortalecer la estructura y optimizar costos, creando las bases para una nueva etapa de crecimiento en ventas y rentabilidad.
El plan de ajustes se estima que generará costos iniciales de entre 64 y 82 millones de euros, con hasta 46 millones en efectivo destinados a indemnizaciones y nuevas iniciativas de transformación operativa, y 36 millones en cargos no monetarios.
Para el nuevo año fiscal 2024/2025, la empresa prevé una caída de ventas en el rango bajo de dos dígitos, incluyendo una reducción del 15% al 17% en Norteamérica.
Esta disminución de ingresos se espera que se refleje en unos beneficios operativos de entre 46 y 64 millones de euros, después de incluir los costos relacionados con la implementación del plan de ajustes.