Un reciente estudio realizado por la Universidad de Boston, publicado en Current Biology, arroja luz sobre la agresión en los bonobos y chimpancés, desafiando la noción preconcebida de que los bonobos son inherentemente pacíficos en comparación con los chimpancés.
Los investigadores encontraron que, dentro de sus comunidades, los bonobos machos exhiben más agresión que sus contrapartes chimpancés, contradiciendo las ideas previas sobre la naturaleza de estas dos especies de primates.
Este estudio, el primero en comparar directamente el comportamiento de bonobos y chimpancés utilizando los mismos métodos de campo, se centró en la agresión masculina, que está estrechamente relacionada con la reproducción.
“Los chimpancés y los bonobos utilizan la agresión de diferentes maneras por razones específicas. La idea no es invalidar la imagen de que los bonobos son pacíficos; la idea es que hay mucha más complejidad en ambas especies”, explicó Maud Mouginot, antropóloga y autora principal del estudio.
Los científicos observaron el comportamiento de 12 bonobos y 14 chimpancés en comunidades ubicadas en la Reserva Kokolopori Bonobo (República Democrática del Congo) y el Parque Nacional Gombe (Tanzania), respectivamente.
Contrario a las expectativas, los resultados mostraron que los bonobos machos eran más propensos a la agresión que los chimpancés, participando en interacciones agresivas casi tres veces más frecuentemente y mostrando tres veces más agresión física.
Esta revelación desafía la percepción popular de los bonobos como pacíficos, y sugiere una complejidad previamente subestimada en su comportamiento social.
Los bonobos mostraron un patrón de agresión más individualizada, mientras que los chimpancés tendían a formar coaliciones de machos para actuar agresivamente, especialmente hacia las hembras.
Esta diferencia en el comportamiento agresivo puede estar relacionada con la dinámica social y la estructura de poder dentro de cada especie.
Además, el estudio reveló que, al igual que en los chimpancés, los machos bonobos más agresivos tenían mayor éxito en el apareamiento.
Este hallazgo va en contra de la suposición de que las hembras prefieren a los machos más amables y revela una dinámica más compleja en la selección de parejas en ambas especies.
Los resultados de este estudio contradicen parcialmente la hipótesis predominante de la autodomesticación, que asegura que la agresión ha sido seleccionada en contra en los bonobos y los humanos, pero no en los chimpancés.
La agresión masculina está relacionada con el éxito en el apareamiento en ambas especies.
Sin embargo, los investigadores esperan recopilar datos adicionales en el futuro para comprender mejor la variación en el comportamiento agresivo entre las diferentes comunidades y subespecies de bonobos y chimpancés.
La investigación también plantea la necesidad de evaluar la gravedad de las interacciones agresivas en términos de si resultaron en heridas o lesiones, así como comparar el comportamiento agresivo en otros grupos de chimpancés y bonobos para entender mejor la variación dentro y entre especies.