Cuando describimos una ficción utópica y distópica, podemos encontrarnos con la realidad perfecta o con la catastrófica, respectivamente. Pero, ¿de dónde viene el significado de utopías y distopías? En esta entrada haremos un repaso por su origen, las características que las definen y también nombraremos varios libros sobre utopías y distopías que te interesará leer. Te invitamos a seguir leyendo.
Ejemplos de distopías:
Significado y las mejores distopías de la cultura popular (libros distópicos, películas…)
Para empezar con la definición de utopía y distopía, es necesario decir que posiblemente te hayas encontrado con estos términos antes, pero de todas formas en esta sección hablaremos de lo qué es utopía y distopía.
En primer lugar, una utopía es un tipo de mundo que es popular y recurrente en las historias de ficción especulativa o en la ciencia ficción literaria y cinematográfica; con respecto al primer tipo de ficción, la especulativa, es un término que abarca varios géneros: ciencia ficción, historia, fantasía, terror, sobrenatural, apocalíptica, alternativa o cualquier otro tipo de ficción que no sea realista en su totalidad.
Dicho esto, una utopía se define como el mundo perfecto para vivir. Todo es paz, tranquilidad, todo funciona bien; no hay guerras, enfermedades, desigualdades, pobreza, opresión o represión, discriminaciones, etc. Es por ello que en la ficción, la utopía es un mundo soñado que ha sido creado por la mente de alguien, un poeta, escritor, guionista, entre otros, pero hasta tú puedes idear el mundo perfecto para vivir.
Por otro lado, esta definición tiene orígenes griegos porque nace del término eutopia, que significa “buen lugar”; además, su aparición en la literatura se dio en 1516, de la mano del abogado y escritor británico Sir Thomas More (147-1535), quien escribió un libro llamado Utopía, obra que le da el título de ser la primera persona en escribir sobre un mundo imaginario perfecto, una utopía.
En el libro, More habla sobre una sociedad compleja e independiente en la cual los habitantes comparten una cultura y una forma de vida comunes; es una forma de proyectar una mejor forma de vida y cómo sería la sociedad europea con una política distinta a la de esa época.
Como hemos dicho anteriormente, una utopía es un espacio, estado o condición que es “idealmente perfecto” en ámbitos como la política, las costumbres y las condiciones de vida. Sin embargo, hay varias características que la definen.
A pesar de que la utopía en la literatura muestra un mundo ficticio que se puede leer perfecto en todos los sentidos, que la sociedad y el sistema funciona a la perfección, esto no aplica a la humanidad. Es decir, las personas no son perfectas independientemente de que el sistema lo sea.
En una sociedad utópica predomina el acceso a la información, se respeta la libertad de expresión y de acción. Los ciudadanos pueden pensar de forma distinta sin ser juzgados, y el Estado está bajo el mando de un gobierno individualista, comunal, libertario y comunal. Sin embargo, no se habla de “poder” porque es visto como un término que incita a la corrupción.
En las utopías, las personas de una sociedad no temen hacer contacto con el mundo exterior y disfrutan de la vida en armonía. Además, aprecian a la naturaleza y se enfocan en preservarla para el futuro; trabajan para erradicar los males de la industrialización y de la contaminación humana.
En una sociedad utópica las personas se apegan a sus ideales sociales y morales, predomina la individualidad y las innovaciones tecnológicas, para mejorar y facilitar la experiencia de la vida en la sociedad. Asimismo, las personas abrazan el sentido de la evolución y dejan de lado la búsqueda del dinero porque se enfocan en trabajar en lo que les gusta. Por otro lado, sus ideales religiosos se basan en el Edén bíblico, en la historia de Dios, pero también puede haber otro tipo de creencia dentro de la sociedad.
En este recorrido de la utopía y distopía en la ciencia ficción podemos enlistar numerosas obras que retratan lo qué es utopía en la literatura; no obstante, en esta sección hemos recopilado tres ejemplos de utopía y distopía en libros.
En este libro de 1971, Úrsula K. Le Guin presenta a George Orr, un residente de Portland, Oregón, que está desesperada porque todo lo que sueña se está haciendo realidad. Por muy tentador que suene esto, para George no lo es, y es por ello que busca a un psiquiatra, el Dr. William, quien de forma instantánea nota que su nuevo paciente cuenta con un poder magnífico y lo utiliza a su favor mientras lo manipula.
En esta obra, donde dos hombres juegan a ser Dios, el lector puede ver cuáles son los peligros del poder de los sueños cumplidos. Además, Le Guin proyecta la volatilidad de la naturaleza humana y el funcionamiento del mundo; es un libro tan filosófico como estimulante y es un gran ejemplo de ciencia ficción.
Mujer al Borde del Tiempo (1976) se centra en Consuelo ‘Connie’ Ramos, una chicana que vive en la grandiosa Nueva York y, para su mala suerte, ha sido declarada loca. No obstante, ella sabe que no está desvariando y que su estado mental es perfecto; de hecho, Connie está sintonizada con el futuro y es capaz de comunicarse con dos posibles líneas de tiempo en el año 2137.
Esta es una obra en de fantasía feminista en la que, por un lado, se ve a una sociedad andrógina convive en armonía, mientras en que otro canal hay un futuro realmente preocupante, y de eso sabe muy bien Consuelo Ramos, quien ha visto violencia, racismo, misoginia y otros males que han destruido la sociedad, pero no afecta a las élites adineradas… ¿Connie podrá cambiar a la humanidad?
En 1960, Theodore Sturgeon escribió Venus Más X, una novela en la que el protagonista es Charlie Johns, quien de la nada se despierta en un mundo nuevo y extraño. Charlie está en el país de Ledom, donde la humanidad ha solucionado sus problemas mediante la evolución tecnológica y, además, no existe el sexo biológico. Por supuesto, el protagonista está sorprendido ante tales cambios, pero los habitantes de Ledom están empeñados en que Charlie entienda cuáles son los “beneficios” de vivir en esta nueva sociedad.
Venus Más X arroja luz sobre los roles sociales de género y sexo en las culturas del mundo, pero también aborda las diferencias individuales sin que sean innecesariamente divisivas. Sturgeon, de los 60 ha estado hablando de los cambios en la sociedad que aún en el siglo XXI no terminan de concretarse.
Ahora bien, continuamos con la definición de distopía. Una distopía (del griego outopia: «ningún lugar») o antiutopía es un mundo caótico que está lejos de la perfección, es por ello que la distopía en ciencia ficción en la gran pantalla o en las letras muestra el caos que aqueja a la humanidad entera; los mundos distópicos pueden mostrar escenarios extremos, destruidos y desolados donde la sociedad está controlada y dividida. De hecho, el prefijo “dis” indica que se trata de algo malo o difícil.
Entonces, cuando hablamos de qué es la distopía, podemos definirla como un mundo ficticio en el que existe el control opresivo de la sociedad, los humanos viven en un apocalipsis y en condiciones deplorables. La definición de lo qué es distópico tiene que ver con miseria humana, pobreza, dictaduras, opresión, violencia, inseguridad, enfermedades extremas y contaminación general del ambiente. Por otro lado, vale destacar que el género nació de la mente rusa de Yevgeny Zamyatin (1884-1937), quien lanzó en Nosotros en 1920, una novela distópica que narra una sociedad oprimida y controlada por el Estado.
Las antiutopías o distopías se establecen por medio de empresas, los burocráticos, la tecnología avanzada, pero controlada, el totalitarismo, y una sociedad y un Estado plagado de corrupción. En resumen, las novelas distópicas juveniles y clásicas muestran sociedades en declive y, en contraste, tienen protagonistas que luchan contra la ruina ambiental y el desastre socioeconómico.
Después de haber definido qué es distopía, es momento de definir cuáles son las características de una distopía. En esta sección enlistamos algunas de ellas.
Las distopías y utopías se diferencian por temas como el control social. En este caso, una sociedad distópica hace uso de la propaganda para controlar a los ciudadanos; las personas no tienen acceso libre a la información, el libre pensamiento y las acciones individuales no tienen espacio en un mundo distópico. Además, las personas se sienten vigiladas constantemente por el gobierno o los gobernantes.
Con respecto a las creencias, los ciudadanos de la sociedad distópica se caracterizan por adorar a una figura o concepto en cuanto a la religión y al poder. En este contexto, se rigen por una línea de pensamiento muy marcada para no ser vistos como desertores.
Una realidad utópica y distópica también se diferencia por el miedo de los ciudadanos con respecto al mundo exterior, pues este último es sinónimo de desconocimiento y de preocupación pese a que los ciudadanos están en una sociedad deshumanizada. Por otro lado, la naturaleza está destruida, descuidada y no es un objetivo importante para el Estado dominante.
Como hemos dicho anteriormente, la ciudadanía distópica tiene que ajustarse a las leyes que han sido impuestas de forma estricta y, más allá del control social, también existen otros controles que hacen que sea “perfecta” en una distopía. Uno de ellos es el corporativo, que se instaura por medio de los productos, publicidad y los medios masivos de comunicación; también está el control burocrático (reglas, leyes, funcionarios), el tecnológico (robots e innovaciones científicas) y el filosófico, que rige la sociedad mediante una ideología filosófica o religiosa.
En esta sección enlistamos varios ejemplos de lo qué es una distopía en libros con tres obras que hacen una clara diferencia entre utopía y distopía.
La obra de 1949 de Orwell es uno de los grandes ejemplos de distopía porque muestra a una nación que está supervisada por un gobierno ubicuo y vigilante que está buscando castigar a cualquier persona que intente volverse en su contra. El sistema totalitario es el dominante en 1894, un libro en el que el autor hace la construcción de un mundo basado en sus observaciones de la sociedad en su paso por la Guerra Fría.
En este libro Orwell creó mecanismos complejos como el doble pensamiento y consignas contradictorias como “La guerra es paz”, palabras que retumban en la mente del lector porque hace una conexión entre el mundo real y el ficticio.
¿Te puedes imaginar un mundo en el que leer esté penalizado y tener un libro en casa sea motivo de ejecuciones? Probablemente no, pero Ray Bradbury lo hizo en Fahrenheit 451, una obra que está ambientada en una sociedad en la que los bomberos no apagan incendios, sino que encienden el fuego sobre casas y cualquier lugar en el que exista uno o más libros a la vista. Guy Montag es el protagonista de esta historia y es ese héroe que busca que el Estado autoritario ya deje de prohibir que las personas puedan leer y obtener más conocimiento.
Este libro de Bradbury no busca que entiendas que leer libros es importante, independientemente de la forma en que lo hagas, sino que arroja luz sobre el problema que representa el aumento de la censura en una sociedad que ya está lo suficientemente oprimida por el control social.
En esta lista, un libro que hace la diferencia entre la utopía y la distopía es El Cuento de la Criada (1985), una obra de Margaret Atwood que se centra en un mundo controlado por una secta religiosa que apodera de Estados Unidos y, desde el primer momento, aplica el orden y leyes totalitaristas en la sociedad. En este libro las mujeres son domesticadas y subordinadas a los hombres, y están destinadas a ser máquinas de hacer bebés a pesar de que la degradación ambiental ha tenido gran impacto en la fertilidad femenina.
En El Cuento de la Criada las mujeres fértiles son de gran valor porque pueden dar hijos a quienes lo necesiten, sobre todo a las cúpulas de poder. Offred, es la protagonista de esta historia en la que las mujeres no tienen más opción que trabajar para concebir y son alejadas de su vida anterior y sus familias.
En el final de esta entrada, a modo de resumen, mostramos un cuadro comparativo para ilustrar las diferencias entre mundo utópico y distópico. A continuación, enlistamos varias de las disparidades entre las utopías y distopías.
Utopía | Distopía |
Sociedad imaginaria perfecta aunque sus ciudadanos no lo sean. | Sociedad desorientada y caótica. Sus ciudadanos están oprimidos. |
Las personas viven en espacios pacíficos. Los ciudadanos son disciplinados y respetan las leyes. | Hay hostilidad, confrontaciones. Las personas tienden a ser más agresivas y menos empáticas. |
La utopía es sinónimo de paraíso y perfección. | La distopía es la presentación del infierno y el caos. |
Calma, iluminación, calles limpias, Personas ordenadas. Hay sentido de la justicia y los inconvenientes se resuelven con facilidad. Existe el pensamiento independiente y la libertad de expresión y de acción. | Es una sociedad en desequilibrio social y económico. Hay mucho desorden, suciedad y violencia. Amplio control social por medio de propagandas políticas. |
No hay presencia de un sistema de gobierno construido, pero sí existe un líder. | Las personas están gobernadas por una figura tirana y totalitaria. |
Las personas aprecian, adoran y preservan la naturaleza de su mundo. | La naturaleza está destruida por la contaminación y los avances tecnológicos. |
Una de las principales diferencias de las utopías y distopías es su sociedad y el funcionamiento de las mismas.
En una utopía, las personas hacen vida en un espacio o lugar perfecto a nivel político y social, pero esa perfección no siempre aplica para sus ciudadanos. Es decir, que vivan en Estado perfecto no quiere decir que no existan personas malas.
Sin embargo, hay leyes, costumbres y condiciones que se cumplen a cabalidad; también hay igualdad y tienen acceso a los estudios, la salud y un buen trabajo. Las personas no se preocupan por el dinero, sino por la felicidad de sus empleos. Además, la sociedad se basa en valores y principios como la bondad y la empatía, y las creencias religiosas se establecen para guiar a las personas.
La definición de distopía establece que las personas viven en una sociedad oscura, sucia y llena de agitación y enfrentamientos. Las personas son apáticas, siempre están molestas y no todas tienen acceso a la educación y la salud, ya que existe una desigualdad abismal en la sociedad porque hay altos grados de corrupción.
Aunque existen leyes, no son elegidas por una conciencia pública, sino porque el gobernador las ha implementado. Dichas reglas no deben ser quebrantadas, puesto que las personas se pueden enfrentar a ejecuciones o expulsión de la sociedad.
Seguidamente, el ámbito gubernamental en la ficción utópica y distópica también es un factor determinante en las diferencias de ambas tendencias.
La sociedad utópica cuenta con un gobierno pacífico y benévolo, pero no se utiliza el término de gobierno-poder, porque está relacionado con corrupción y abusos a los ciudadanos. Es por ello que el líder permite que las personas sean libres de pensar de forma independiente, y también puedan accionar sin dañar a otros.
En contraste, las personas que habitan en una sociedad distópica siempre están controladas en pensamiento y acción, el gobernador es totalitario y hace que todos sus súbditos y adeptos se encarguen de monitorear cada paso o expresiones de los demás o, incluso, de alguien a quien consideren sospechoso.
La tecnología en las utopías y distopías tienen una especie de similitud, pero son más las aristas que las separan.
En primer lugar, en una sociedad utópica las personas gozan de la tecnología para llevar una vida más fácil y práctica. Es decir, tanto en el ámbito de estudios, como en el ámbito social, los habitantes pueden beneficiarse de los avances tecnológicos.
Por el contrario, en un mundo distópico existe gran avance tecnológico, pero no está a favor de las personas, puesto que es controlado por el gobierno. En este caso, la tecnología se utiliza para un mayor control social y de la información.
Otros temas importantes que marcan una diferencia entre utopía y distopía es la naturaleza y la salud, porque distan exageradamente en cada mundo.
Las personas hacen vida en un entorno seguro y favorable, cada ciudadano tiene acceso al sistema de salud y es tratado por igual, sin importar su posición económica, porque no le dan importancia al dinero. Por otro lado, la naturaleza tiene el respeto que se merece y las personas cuidan y mantienen los espacios naturales.
En la sociedad distópica la naturaleza está muerta debido a la exagerada industrialización y los avances tecnológicos. Los cielos son opacos y están contaminados, al igual que el agua; no hay espacios verdes y predomina la suciedad en las calles. No hay áreas verdes.
Dicho esto, podemos concluir que las utopías y distopías han existido desde hace mucho tiempo para dar una visión crítica de la sociedad soñada o de la catastrófica. Todo esto, por supuesto, se da de la mano de la acción de la humanidad y sus ambiciones; es por ello que una sociedad utópica y distópica en literatura o en el cine, sirven como un reflector para que las personas abran su mente y su conciencia con respecto al futuro.