Además de producir oxígeno y mantener el equilibrio del planeta, los árboles son el hogar se millones de especies de animales, incluyendo peces, sin embargo, la mayoría de la gente parece no reparar en su presencia. Es de lo más normal caminar por la calle y que haya árboles, pero ¿y si no estuvieran ahí?
Este panorama de una ciudad gris, sin árboles, suena a película apocalíptica. Los árboles generan sensación de paz y en los lugares con mejor calidad de vida para los ciudadanos suele haber mucho verdor.
No. Hay una gran parte del oxígeno que se encontraba disuelto en la atmósfera terrestre desde antes de que aparecieran los primeros árboles, y otra parte se encuentra en las moléculas de agua. Los océanos son enormes reservas de oxígeno de las que el planeta dispone.
Teóricamente, hay suficiente oxígeno en la atmósfera y en el mar como para sustentar la vida, pero en poco tiempo este gas disminuiría a niveles realmente pequeños. Sin árboles no se restauraría constantemente ese equilibrio. Ellos separan del aire millones y millones de litros de oxígeno.
Pero la Tierra ya albergó vida antes de que aparecieran los árboles. Los primeros seres vivos aparecieron en el mar y también las primeras plantas. Antes que árboles hubo algas, hierbas, hongos y líquenes.
Sin árboles cambiaría la temperatura del planeta, que ganaría varios grados, e incluso cambiaría el color de la atmósfera, porque el azul del cielo y del mar se deben a la concentración de oxígeno.
La disminución del porcentaje de oxígeno acabaría por tornar inviable la mayor parte de la vida tal como la conocemos, desapareciendo la mayor parte de los animales y muchísimas otras plantas, transformando a la Tierra en algo parecido a un gran desierto.
En cuanto a los humanos, es posible que un grupo muy reducido pudiera seguir respirando mediante la utilización de tecnologías que permitan separar el oxígeno a partir de otros minerales. Sin embargo, una vastísima mayoría de la población desaparecería.
Aunque parezca extraño, hay un grupo de criaturas llamada anaeróbicas que no requieren de oxígeno para vivir. Entre ellas hay multitud de bacterias, algunas tan extremas que viven en las chimeneas submarinas y consumen azufre.
Otro animal increíble es el tardígrado, un microorganismo también llamado oso de agua (porque ahí prosperan y abundan), que es virtualmente indestructible. Se sabe que puede soportar temperaturas extremas, la falta de agua y de oxígeno y hasta sobrevivir en el espacio exterior.
Con todo eso, es seguro que algún tipo de vida es posible sin árboles, pero no la vida humana, por lo que lo más sensato es cuidar de ellos y, así, de nuestra propia existencia.