Si queremos comprender que son los vínculos afectivos basta con observar como una madre amamanta a su bebé, o al niño que es recibido por su mascota en la puerta de su casa, a dos amigos que con solo una mirada cómplice saben hacia dónde ir o a la pareja de abuelos que a pesar de los años caminan agarrados de manos. De eso se trata los vínculos emocionales, de la cercanía e intimidad que logran formar casi todas las personas en su interacción con los demás, en su afán por hallar sensaciones de seguridad, confianza y por supuesto, felicidad. Conozcamos a continuación qué significa vinculación afectiva; qué es un vínculo sano y la relación entre género y vínculos afectivos.
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¿Qué son los vínculos afectivos?
La definicion de vínculos afectivos describe la conexión emocional que se percibe y manifiesta hacia personas, mascotas, relaciones, lugares, objetos e incluso fechas, a través de la cual nos sentimos seguros, alegres, integrados, cómodos, confiados y positivos. El concepto de vinculos afectivos refiere sentimientos de alineación e intimidad entre dos personas, incluso sin atracción romántica o sexual.
Es una parte esencial y saludable del desarrollo humano y de la dinámica de socialización, tanto niños como adultos necesitan vínculos seguros con otras personas. Estudios sobre el significado de vínculos afectivos demuestran que el apego deficiente puede llevar a la vulnerabilidad y al desarrollo de trastornos de depresión, ansiedad, de personalidad o estrés.
Es también llamado apego emocional saludable, el concepto de relación afectiva reseña los sentimientos de cercanía y afecto que ayudan a mantener relaciones significativas a lo largo del tiempo. Son lazos que se forman desde la edad temprana para satisfacer necesidades innatas; como por ejemplo con los padres y familiares quienes guían o marcan las formas de las relaciones que luego desarrollamos con amigos y parejas románticas en el transcurso de nuestras vidas
Señales de conexión o apego emocional
Las conexiones emocionales son asimiladas de manera distinta por cada persona, pero existe un elemento común y es permitirle la entrada a otra persona a nuestro mundo, hacernos vulnerables y confiar mutuamente. Cuando formamos un vínculo cercano con alguien somos capaces de compartir todo o casi todo, las anécdotas e historias de nuestro día a día, recuerdos de nuestra infancia, nuestras aspiraciones de adultos, también se agregan los vínculos afectivos de la sexualidad. Se da de manera espontánea una buena y fluida comunicación, y somos capaces de mostrarnos sensibles sin temor a la crítica o a ser burlados.
La conexión emocional o lo qué significa vínculos afectivos, incluso llega a manifestarse a nivel físico y las personas compenetradas o apegadas logran comunicarse a través de miradas, gestos u oraciones inconclusas, se da un profundo entendimiento entre ambas partes. A continuación algunas señales que te indicarán si estás experimentado apego emocional por alguien:
- Te sientes cercano o conectado con esa persona en particular.
- Sientes comodidad al mostrarte vulnerable, abierto y confiado frente a esa persona.
- Tienes certeza de que esa persona responderá y estará disponible en respuesta también a tus necesidades.
- Existe seguridad y confianza en la capacidad de autoexpresión dentro de la relación.
Tipos de vínculos afectivos
Existen cuatro tipos de vínculos emocionales que dependen de las experiencias individuales y que dan también diferentes resultados a nuestras necesidades de interrelación. Es probable que nos vinculemos en el transcurso de nuestra existencia de diferentes formas con diferentes personas e igual de manera profunda y relevante. A continuación cuáles son los vínculos afectivos o los diferentes estilos de apego emocional que podemos identificar en nuestro entorno social:
Apego seguro
Es de los tipos más comunes de apego emocional, se define por la capacidad de construir relaciones sanas y duraderas, se desarrolla cuando te sientes cómodo con alguien y confías en su capacidad para satisfacer tus necesidades; tanto física como emocionalmente.
Es el resultado de sentirte seguro con tus padres desde la infancia y poder pedir seguridad o validación sin castigo; o de sentirse comprendido, reconfortado y valorado durante sus primeras interacciones. Las personas con apego seguro demuestran vinculos afectivos sanos: capacidad de regular sus emociones; confían fácilmente en los demás; tienen habilidades de comunicación efectiva y la capacidad de buscar apoyo emocional; se sienten cómodas de estar solas o igual en relaciones cercanas; manejan bien los conflictos; alta autoestima y suelen estar emocionalmente disponible.
Apego evitativo
Se observa cuando no quieres o no puedes acercarte a alguien, te distancias emocional o físicamente de su pareja; o te cuesta conducir a sentimientos de rechazo y soledad. Se define por fallas en construir lo qué es un lazo afectivo a largo plazo con otras personas debido a la incapacidad de participar en la intimidad física y emocional.
Ocurre cuando una persona es criada por padres estrictos o emocionalmente distantes y ausentes. Es posible que de niño la persona haya sido desamparada; obligada a ser independiente o rechazada al expresar sus necesidades o emociones. Fueron padres negligentes, desinteresados u ocupados.
El apego evitativo se manifiesta al rechazar constantemente la intimidad emocional o física; sentir un fuerte sentido de independencia; incomodidad al expresar tus sentimientos o desprecio a los demás; también dificultad para confiar en la gente; o sentirte amenazado cuando alguien intenta acercarse; si prefieres estar solo en el compañía de otros, creer que no necesitas ayuda de otros y tener problemas para asumir compromisos.
Apego ansioso
Este estilo de apego puede conducir a la dependencia y al comportamiento necesitado, se observa cuando la persona se muestra permanentemente preocupada de que su relación se acabe o no esté disponible cuando la necesite. Este apego inseguro se caracteriza por miedo al rechazo, miedo al abandono, depende de otra persona para la validación y regulación emocional.
Surge por lo general de una crianza inconsistente que ha desatendido las necesidades del niño, quien no logra entender a sus padres ni sabe que esperar de ellos o su comportamiento. Viven confundidos dentro de sus relaciones inestables con los padres, a veces mimosos o a veces distantes. En consecuencia el adulto no logra lo qué es vínculo efectivo y experimenta: tendencias pegajosas; es sensible a la crítica real o percibida; necesita la aprobación de otros; tendencias celosas y dificultad para estar solos; baja autoestima; se siente indigno de amor; mantienen un miedo intenso al rechazo o al abandono; y dificultad para confiar en los demás.
Apego desorganizado
Este tipo de apego emocional se distingue en las personas que muestran sentimientos encontrados de acercamiento y evitación hacia otros, lo que puede llevarlo a momentos de confusión, miedo y ansiedad en las relaciones. Se define como el comportamiento extremadamente inconsistente y con dificultad para confiar en los demás
La causa más frecuente de la aparición de este apego es el trauma infantil, la negligencia o el abuso que generan miedo en el niño y confusión pues sus padres dan un mensaje inconsistente de consuelo y temor. Esto conduce a comportamientos desorganizados en adultos que demuestran miedo al rechazo; incapacidad para regular las emociones; comportamientos contradictorios; elevados niveles de ansiedad; dificultad para confiar en los demás; entre otros signos de los estilos de apego evitativo y ansioso.
Lamentablemente, este estilo también se asocia a condiciones de salud mental en la edad adulta, como trastornos del estado de ánimo; desorden de personalidad; autolesiones y consumo de sustancias.
Ejemplos de vínculos afectivos
Entendiendo que las conexiones emocionales sanas son posibles cuando se intercambian cualidades de confianza, buena comunicación y cercanía, y que no necesariamente surge de la urgencia de vínculos románticos o sexuales, todos en el mundo podemos potencialmente establecer y mantener este tipo de relaciones íntimas y necesarias para nuestra estabilidad psíquica.
La misma intimidad emocional que une las relaciones de amor puede funcionar con un amigo platónico. Basados en esto, a continuación extenderemos una breve lista de ejemplos de cómo se puede expresar la intimidad emocional en diferentes formas:
- El primer y más importante ejemplo de lo qué es vinculación afectiva, que todos en el mundo experimentamos y que es esencial para nuestro posterior comportamiento social, es la relación de los hijos con sus padres. Más en concreto la relación de un bebé con su madre en los primeros años de vida, clave para el desarrollo adecuado de la personalidad del niño.
- Otro de los vínculos humanos se forma cuando un amigo confiesa el acoso del cual fue víctima durante su niñez, y a cambio es escuchado, comprendido y no juzgado.
- Un vínculo emocional saludable se refuerza en el caso de una conversación profunda y sincera sobre el futuro, de parte de una pareja que atraviesa un episodio de infidelidad o engaño.
- La intimidad emocional es posible rescatarla también en una conversación familiar en la que los hijos cuenten a sus padres acerca de algún comportamiento o acción que les angustie y que deban mejorar; y reciban atención sincera a sus quejas.
- Después de un día estresante en el trabajo, sentirte conectado es contarle a un amigo o pareja que no estás contento con tu carrera y que tienes sueños y esperanzas diferentes para mañana, así como muchos temores. A cambio de compartir emociones profundas; validan tus sentimientos y te apoyan en la decisión que tomes.
Consejos útiles para para fortalecer los lazos afectivos
Las relaciones saludables con fuerte conexión emocional generalmente no son muy exigentes, por su naturaleza cercana comprenden que no siempre podemos expresar lo que sentimos y que a veces no cuesta demostrar el afecto. Pero como las plantas, hay que regarlas cada cierto tiempo para que no se marchiten. Estos son algunos consejos que pueden ayudarte a forjar vínculos inquebrantables:
Prestar atención
A veces las obligaciones y responsabilidades del día nos ocupan más de la cuenta, pero debemos permanecer conscientes también de cuidar nuestras relaciones cercanas. Atender y entender las necesidades de las personas que queremos en nuestra vida, parejas, hijos, amigos es esencial, para ello es importante escuchar cuando nos hablan y observar, hay acciones que dicen más que mil palabras.
Confianza
Es verdad que nos cuesta hacernos vulnerables ante los otros y que la confianza no se construye de la noche a la mañana, pero a veces es bueno soltar la guardia a abrir un poco nuestro espacio íntimo a personas que merecen la pena. Cuando das confianza a alguien generalmente la recibes de vuelta, hay ocasiones en la que debes dar el primer paso para que la otra persona se sienta capaz de abrir su corazón y revelar sus inquietudes. Confiar en los demás nos hace fuerte y seguros.
Disponibilidad emocional
Es parte de la confianza compartir nuestras emociones y sentimientos con los demás, sin el temor a ser juzgados, burlados o traicionados, es la manera más instantánea de crear un vínculo con alguien. Ambas partes deben estar emocionalmente disponibles, si hay algún tipo de reserva las posibilidades de una conexión fuerte se desvanecen. La confianza y la entrega, debe ser recíproca.
Muestras de afecto
La falta de afecto es una carencia que se observa en muchas parejas casadas o en relaciones largas, son las que más deben hacer su esfuerzo por recuperar la conexión emocional. No se trata de que sus sentimientos estén desvinculados, pero la ausencia de gestos que recuerden el afecto puede deteriorar las relaciones, igual ocurre con los parentescos y amistades. Sabemos que están allí, pero un beso, un abrazo, un mensaje amoroso, una llamada inesperada puede renovar los votos de cariño.
Ponerse sus zapatos
Se trata de apelar a la empatía en los momentos de conflictos o confusión, tratar de entender por qué la otra persona actúa o reacciona de un modo diferente al habitual, eso significa dar un paso atrás a veces y ponerse en su lugar. Muchas veces las personas solo necesitan de nosotros comprensión y presencia, no necesariamente tenemos que agobiarlas con consejos e impresiones. Las personas cercanas son pacientes y humildes ante el dolor de sus más queridos.
Con estas recomendaciones sobre cómo cuidar nuestros vínculos emocionales, pudimos comprender que hacerlo también conlleva una enorme responsabilidad ya que atesorar y mantener estas relaciones únicas exige de nuestra parte más que el sentimiento de amor, requiere atención y tiempo, también la presencia de valores como la lealtad, la confianza y el respeto. Aunque estos apegos al principio pueden forjarse con el interés de suplir una necesidad personal, los vínculos afectivos demandan reciprocidad como condición elemental para prevalecer con los años.