Los perros, como cualquier ser vivo, se estresan cuando están encerrados en refugios, pero cuando los cielos estadounidenses se llenan de fuegos artificiales durante el 4 de julio, se alteran más y pasan mucho miedo. Por ese motivo el refugio Maricopa County Animal Care and Control decidió organizar este año un programa experimental llamado «Calmando Compañeros», en Phoenix (Arizona).
La iniciativa consistió en pedir al mayor número posible de voluntarios que pasaran la noche del Día de la Independencia en el refugio, haciendo compañía y calmando a los perros. Por otra parte, dieron a los visitantes unas instrucciones de seguridad, aclarando qué podían hacer y qué no.
200 voluntarios acudieron al refugio de animales con mantas, sillas, libros e incluso instrumentos musicales. Tomaron asiento junto a los perros y les cantaban, leían, tocaban la guitarra o, simplemente, les daban juguetes y golosinas mientras les hacían compañía. Mientras tanto, en el exterior, los fuegos artificiales encendían el cielo, pero los animales estaban tan encantados siendo el centro de atención que no se pusieron nerviosos. La iniciativa fue un éxito.
En las redes sociales se compartieron diversas fotos y vídeos de lo sucedido y se dio difusión a la noticia en algunos sitios web. Gracias a ello, otros refugios de animales estadounidenses han decidido poner en práctica ideas semejantes para el 4 de julio del próximo año.
«Estamos muy agradecidos con quienes colaboraron y esperamos que consideren convertirse en voluntarios de forma regular», comentaron los responsables del refugio.
Ojalá podamos ver pronto estas iniciativas en España y Latinoamérica para ayudar a los perros durante fiestas de Navidad y fiestas locales.
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